lunes, 22 de abril de 2013

Una mujer mayor



Tal vez
llegó
el momento
de parar
a preguntarme
dónde voy
tan deprisa.

Tal vez
llegó
el momento
de bajar
la guardia
y caminar
tranquila.

Porque,
tal vez,
no quede
demasiado
a donde ir
que sea
tan importante.

Nada
tan importante
como el paisaje
que transito
hoy.

Tal vez
-sólo
tal vez-
llegó
el momento
de olvidar el peso,
de olvidar
las arrugas
y el juicio
ajeno
sobre mi cintura,

y disfrutar,
sencillamente,
de mi dulce
cuerpo.

De pensar
en la dieta
sólo
por el gozo
de la comida
limpia
y el agua
fresca.

De pensar
en la ropa
por el puro
placer
de la textura,
y el color
y el abrigo.


Quizás
no sea
tan importante
ser menos bonita
que hace años,
a los ojos del otro,
sabiendo,
como sé,
que hay más belleza
en mi interior
de la que nunca hubo
tiempo atrás.

Tal vez llegó
-por fin-
la hora
de abrir
esa belleza
a mi mirada,
se haga
o no
transparente
a otra distinta.

Tal vez sea
muy bueno,
hermosamente
bueno,
esto de ser
una mujer
mayor.

A.S.
(De: Una mujer mayor)

2 comentarios:

  1. Cómo me gustan tus versos, Amelia, la palabra reposada y serena después del camino recorrido... cómo me identifico con estas líneas y con casi todas las de tus otros poemas de estas últimas entradas.
    El título común a todas ellas, Una mujer mayor, me hace pensar que pertenecen a un libro de poemas, quizás aún por concluir. ¿Me lo enviarás?
    Y sí, en este último año yo también he tomado conciencia de que tal vez ha llegado un momento en que lo que ahora toca es simplemente "estar", en que ya puedo dejar de correr sin tregua, puedo permitirme sentir, pararme, sosegarme, sin la sensación de que tendría que estar continuamente haciendo, produciendo, comparando y juzgando...

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  2. Siempre me conmueves, Carmen.
    Sí, es un poemario que se está escribiendo a sí mismo poco a poco.
    En cuanto se complete, te lo envío.
    Un abrazo calentito.

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