Qué cansada me tiene
esta puta tristeza
que se cuela a traición
sin que yo le haga nada.
Que cansada y qué triste
de no tener motivo,
de puta, traicionera
tristeza inmotivada.
Qué tristeza tan pobre,
tan desnuda y vacía,
tan de tarde de lluvia
en plena primavera,
Que cuentos tan... banales
los que puedo contarme
para sentirme triste
sin que nada suceda.
Pura tristeza humana
de vidas no vividas,
de vidas que pasaron
vividas a la fuerza,
vividas... como fueron,
como quisieron ellas,
sin pedirme permiso
ni llamar a la puerta.
Sentada en la tristeza
como en una butaca,
miro pasar motivos
como si navegara
por la red de mi vida
de imagen en imagen.
Nunca faltan motivos
para una tarde amarga.
A.S.
(De: Una mujer mayor)
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