A veces, el "más difícil todavía" viene solo.
Tres familias en duelo en una mañana es suficiente dificultad, incluso para mí.
Y, más allá de mí misma y mis líos y relíos personales... sigue deslumbrándome la belleza desnuda de lo humano.
En salud y en enfermedad. En vida y en muerte.
En plena humanidad.
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