No hay manera de llegarse a la muerte.
No mientras se está vivo.
Me asomo a sus fauces.
La veo a mi alrededor.
Acompaño a los que mueren y a los que acompañan a los que mueren.
La noto, la siento, la huelo cuando se acerca.
Pero su misterio se mantiene intacto.
Magnífico poema...
ResponderEliminarCada año que pasa la muerte se ve más cerca. No sabes si en cada esquina te estará esperando para llevarte por sorpresa o si acaso te permitirá tiempo para arreglarlo todo antes de la partida. Lo importante es vivir y disfrutar de lo que tenemos...porque tarde o temprano esas fauces te sujetarán y no habrá forma de librarte de ellas.
Hay varios poemas de Luis Álvarez Lencero (que soy incapaz de recordar de memoria) en los que habla de la muerte cuando ya sabía que su final estaba próximo:
Que no me besen tus ojos
cuando me arropen con tierra:
¡Por un puñado de estiércol
llorar no vale la pena!
Un saludo amiga y gracias por tu blog
E.
No se lo que es importante. No tengo respuestas ni teorias. Me he quedado sin ninguna. Las que conozco han perdido sentido.
EliminarNo es una tragedia. Solo una constatacion.
Ya veremos lo que va pasando...
Dentro y fuera.
Saludos, amigo.