Se dice que el Big Ben, allá junto al Támesis, ha sido atrasado dos veces, y sólo dos veces, en toda su historia centenaria.
Una de ellas, para que la Reina, que llegaba unos minutos tarde a un acto oficial, de esos de carroza y corona armiñada, no fuera puesta en evidencia por tan poco protocolario desliz.
La otra, por la mano del capitán de barco John Stubbs, marino de pro donde los haya, quien, al parecer, tras una noche de desembarco y farra, y un algo más que alegre por los buenos caldos consumidos, en un alarde de gallardía, trepó torre arriba, agarró una de las venerables manecillas y la colocó donde Dios le dio a entender.
Esto nos contaba, toda orgullosa, allá por los años del instituto, Laura Stubbs, la inglesita de nuestra clase, nieta del aguerrido Capitán, pelirroja ella, entrañable ella, amiga ella de esas que no se olvidan en la vida.
Y que se nos ha ido, muerte adentro, hace unos días.
Hasta luego, Laura.
¿Es cierta la anécdota que cuentas del abuelo de Laura? Se non e vero e ben trovato y sirve para recordar a Laura, a la que tocó irse muy pronto, y seguro que deja mucha tristeza entre los suyos. Que la tierra te sea leve y que tu paso a otra vida no te haya hecho sufrir demasiado.
ResponderEliminarPor lo que decía Laura, completamente cierta. Ella lo contaba, encantada de la barrabasada de su abuelo, en los felices años del insti. Y yo no me hubiera permitido inventar algo así en estas circunstancias. Puede parecer un "apócrifo", pero no lo es. Debía ser todo un personaje, el Capitán.
ResponderEliminarY, ya que hablas de "los suyos", Laura tiene una hija que debe andar en la treintena, y para la que ha debido ser durísimo.
Me cuentan que es idéntica a ella, pelirroja, pecosa y encantadora.
Un abrazo, Marinina.
¿La conoces?
EliminarEstamos tan lejos de aquellas niñas que fuimos...
¿A su hija? La conocí cuando tenía tres o cuatro añitos. Lo demás lo sé por referencias de gente que ha seguido en Málaga.
ResponderEliminarY tal vez no tan lejos, querida.
ResponderEliminarUn beso.