"El corazón roto también es sagrado"

Tu hija ha sido violada y asesinada. 

Te sientes impotente, enojado. Tu precioso corazón está destrozado, desgarrado, al rojo vivo y sangrando. Tus sueños se han desmoronado. Sientes que el mundo está fuera de control. Ya nada tiene sentido.

En tu dolor y en tu búsqueda de respuestas, te vuelcas en enseñanzas espirituales intelectuales y abstractas. Piensas que quizás haya alguien que pueda ayudarte a resolver todo esto. ¿Habrá algún plan de acción, alguna forma ya establecida para resolver esto?, te preguntas.

"Todo es perfecto ", dicen los maestros.

"Estás dentro de una historia ".

"Todo es sólo una ilusión ".

"No es más que un juego de la Unidad ".

"No hay ninguna persona ".

"Simplemente acéptalo y sigue adelante ".

E incluso:

"Ella no es tu hija ".

Y tú dices:

"Váyanse a la mierda. Váyanse a la mierda, gurúes. Mi querida hija ha muerto. Mi corazón está completamente destrozado. Mi mundo ha sido violado. Y ustedes sólo escupen palabras vacías, frías e inhumanas."

Ellos contestan:

"Esto es sólo una historia. Es tu ego el que está hablando en este momento. Estás perdido, completamente perdido. Todo es amor. Namasté".

De repente llega la claridad. Finalmente entiendes.
Has despertado del trance de la autoridad externa.

Tú contestas:

"No. No. Gracias, pero no. Estoy hablando desde mis entrañas, no desde mi ego. Ustedes son los que están separados, representando el rol de maestros pasivos, objetivos, llenos de respuestas fáciles, regurgitadas, muertas, con respuestas que tratan de restarle importancia a lo sucedido. Bájense de su pedestal de iluminación amigos míos. Abandonen esos clichés. No tiene nada de malo sentir. Está bien ser humanos e imperfectos. Ya no quiero más sus respuestas de segunda mano. El corazón roto también es sagrado, y merece todo el amor. No puedo seguir escuchando a quien desprecia tanto el dolor humano. Sólo el dolor puede eliminar al dolor. Quiero sentir, porque quiero amar, y quiero vivir, saborear todo de la vida, tal y como mi hija lo hizo en su corta vida. Esto no puede estar mal. He sentido el llamado a confiar en mi experiencia de primera mano. Gracias por ser un recordatorio de los peligros de la negación".

Te das la media vuelta. Con mucha confianza. Con claridad. Alineado.

Cuando tu hija ha sido violada y asesinada, resulta una falsedad sonreír y decir que todo está perfecto, pensar que todo es sólo una ilusión, que nada importa y que todo es sólo una apariencia, un juego de la Unidad. Todo se siente completamente imperfecto. Comienza con la verdad del momento. Deja de fingir. No hay ningún club al que tengas que unirte. No hay nadie a quien tengas que impresionar.

Muy fácilmente el mantra de la "perfección" se puede convertir en la negación de nuestro dolor humano y de todo el desorden del amor y la pérdida. La verdadera perfección no niega nada. Los clichés espirituales que se parlotean sin conciencia, son excusas patéticas de la verdad, imitaciones baratas de la aguda sabiduría del Corazón, tristes negaciones de nuestra trágica y exquisita humanidad.

Estamos invitados siempre, a permanecer quietos en medio de la devastación, a honrar profundamente el momento, a vivir en ese sitio en donde no hay respuestas. A mantenernos profundamente conectados con lo que estamos realmente sintiendo. A confiar en que incluso un corazón roto contiene infinita inteligencia. Y a negarnos a aceptar cualquier respuesta que no honre verdaderamente nuestra experiencia presente, independientemente de lo desordenada e imperfecta que pueda sentirse. La verdadera perfección será encontrada en el corazón de esta aparente imperfección, no a través de ningún escape. La verdadera perfección no tiene opuesto.

Maestros espirituales, despierten.

Jeff Foster
(Traducido por Tarsila Murguía)

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