"Lo maligno se ha convertido en una realidad determinante. .. Debemos aprender a manejarlo, porque ha venido para quedarse...
Tocar lo maligno implicaa el grave peligro de sucumbir a ello. Más aún, jamás debemos sucumbir ante algo, ni aún lo bueno. Lo considerado bueno a lo que sucumbimos pierde su carácter ético. No es que considere que hay algo malo en ello, pero el hecho de haber sucumbido puede provocar el desarrollo de lo maligno. Cualquier forma de adicción es mala, no importa si es al alcohol, a las drogas o al idealismo. El reconocimiento de la realidad de lo maligno relativiza necesariamente a lo bueno y también a lo maligno, convirtiendo a ambos en mitades de un todo paradójico..."
(Jung: Recuerdos, sueños pensamientos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario