jueves, 26 de junio de 2014

Ser la mujer que un hombre ama

Ser la mujer
que un hombre ama
es una carga
dura y dulce.

Pesa, el amor
de un hombre,

de un peso que alimenta,
que nutre el alma,

que construye

una casa de tiempo,
de cuidado,
de una ternura sobria.

Ser la mujer
que un hombre ama

pone grávido el vientre,
ara la tierra
del corazón,

confiere

realidades,
certezas,
cercanías,

siembra calor

y una presencia
recogida

en una vida
-en lo posible-
compartida.

A.S.


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