Ven, amor.
Caminemos
por mi ciudad oscura
una noche
de obscenidad y fuego.
Entra conmigo al barro,
al pantano caliente
de mis criaturas más ocultas,
de mis amados hijos
odiados y secretos.
Camina
conmigo mi paisaje,
mírame para verme,
reconoce,
uno por uno,
a mis ángeles ciegos
en las heridas
viejas y profundas,
donde anidó
la oscuridad
para quedarse.
A.S.
6-5-2014
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