Vuelve en septiembre Dieter Baumann a la vieja casa junto al mar, a la tambaleante mesa de pim pon y a la docena y media de tipos raros interesados en pasar todas las horas posibles escuchando a ese anciano transparente.
Antes de que se vaya a vivir al otro lado de la muerte.
Hola, vengo a conocer tu blog, Espero seguir pasando. Tambien te invito a que conozcas el mío, quizá allá encuentres algo que te guste.
ResponderEliminarSaludos,
Jacob
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar