sábado, 28 de septiembre de 2013
Nuevos territorios
Se estaba ampliando por dentro.
O tal vez unicamente estaba conociendo, amando, incor porando territorios nunca explorados, pero que eran ahora y siempre ella. La eterna ninna interior, tierna y salvaje. El estado fuera de todo lo ideable donde era, junto con todo y todas las cosas, Dios. Ella se sabia ese punto y el rayo individual que de el emergia, a la vez la nada madre de todo y ella, ella misma diferenciada y unica. Y las infinitas versiones de si misma en los infinitos recintos del tiempo alojados en la casa de la eternidad. Ella era, y sabia que era. Y, de su larga visita al submundo, habia traido, como Inanna, la cruda, insobornable, amorosa mirada de la verdad. Sobre si. Sobre los trozos exiliados de si a los que llamaba otros.
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