martes, 27 de agosto de 2013

Para nadie

Tenia muchas preguntas y muy pocas respuestas. Preguntas para Dios, para otros, para si misma. Mas o menos, suponia, como todo el mundo. Pero eso no le servia en absouto de consuelo. En realidad, pensaba, no habia consuelo. Para nadie.

2 comentarios:

  1. No, no hay consuelo, pero aunque pueda sonar a "mal de muchos, consuelo de tontos", saber que no se está solo en la desazón y la angustia, que hay otros tan perdidos y deconcertados como tú, aquieta y acompaña.
    Como siempre, poniendo voz a la búsqueda. Tú también sabes que no estás sola.
    Un abrazo fuerte

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  2. No, no estoy sola en el no saber. Pero en muchos aspectos no confio en encontrar respuestas de ninguna clase. La busqueda sigue como un impulso ciego e imparable, carente de razones, como la propia vida. Sin respuestas. Un abrazo, Carmen. Y... hablaremos.

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