Flor de encina

Encinares floridos, cubierta su parda austeridad por una nube anaranjada y vibrante. En un impulso, salgo al campo y, con agua de manantial, flores y sol, preparo una esencia fuerte y concentrada, colmada del espíritu áspero y hermosísimo de la encina.

Sin título

Días de soledad.

Poemas atascados

A veces, se le quedaba atascado un poema. Sentía en el cuerpo la necesidad de escribirlo, pero no sabía de qué trataba. No tenía tema, ni palabras, ni expresión que llevarse al papel, y se quedaba con la misma sensación que dejan un orgasmo o un estornudo interrumpidos: en una especie de cima de la incomplección.

Su mundo

Habitaba en el mundo de la paradoja.

De mística y de ascesis

Plantea el maestro Silo -y recuerdo haber leído en Guenon algo parecido- una importante distinción entre los caminos de la ascesis y los de la mística, siendo los primeros aquéllos por los que recomienda transitar a sus discípulos. Según la conceptualización del Negro, la ascesis tendría que ver con una práctica sostenida orientada hacia un fin concreto, y con una metódica capaz de indicar con precisión en qué nivel del proceso se encuentra el practicante en cada momento. La mística, por el contrario, buscaría una actitud receptiva, pasiva en cierta forma y abierta a "lo que venga" de adentro y de afuera. Un dejarse ir en la confianza de que el proceso irá llevando... a donde sea que tenga que llevar. Me temo que, aún comprendiendo que no existen caminos puros, y que en todos se dan momentos de lo uno y de lo otro, el mío tiene más que ver con lo segundo que con lo primero, pese a la diferente preferencia de un Silo o un Guenon, Y no, desde luego, porque yo haya hecho elección alguna, sino porque, así me lo parece, es el camino el que escoge al caminante, sin que éste sepa bien por qué ni tenga nada que decir al respecto. Es el camino quien te escoge, en mi experiencia, y es este sendero valle, este territorio del yin y el no saber, el que me conduce por sus paisajes, sin que yo haga otra cosa que oponer la menor resistencia que puedo, y probablemente, ni siquiera eso. Una mística extraña, ésta a la que me refiero, cotidiana, terrenal y arraigada, con pocas pretensiones y ningún conocimiento de a qué conduce todo esto. Un "hágase en mí según su palabra" que nada sabe de qué palabra es esa y mucho menos de qué o quién es el que la pronuncia. El único lugar por el que puedo transitar, aún caminando a ciegas, en el acierto o el error -de existir tales cosas-, pero con el acuerdo íntimo del alma.

Yo insomnio...

Yo insomnio, tú insomnias, él-ella-ello insomnia. Una es de biorritmo nocturno. Sin remedio. Al revés que el mundo. Qué hem de fer...

Creación

Hacer terapia, cocinar, confeccionar ropa hermosa, escribir, colaborar, realizar (buen) activismo social, ecológico y político, charlar... Distintas formas de expresar, de crear, de poner belleza en el mundo...

Cuando yo me nosotros

Cuando yo me nosotros, / se me viene el te quiero, / amor, / hasta que / -casi- / yo me tú, / sin yo misma. / Casi tú, / con nosotros, / y tú me yo, / sin darte apenas cuenta. / Sin darnos cuenta, / más nosotros / de lo que nunca fuimos / sin tú, / ni yo, / ni nadie, / ni querernos. / A.S.

Una cosa diferente

Amarte / no significa / exactamente / que te quiera, / sin que ello, / amor, / importe / demasiado. / Amarte es una cosa... / diferente. / A.S.

Un te quiero alegre

Es / un te quiero / alegre / éste / de hoy, aún / si no eres / exactamente / tú. / A.S.

Cien niñas secuestradas

Las niñas en el colegio. / Las mujeres libres. / Las mujeres futuro. / La semilla y la tierra. / Dios hecho hembra / y niña / y colegio. / A.S.

Como agua

Se desborda el te quiero / como agua, / así, sin conocerte, / sin conocer / apenas / si vives / dentro / o eres / tú mismo, / distinto, / otro / de mi quererte, / tan simplemente / fuera / de todo / mi querer / que te conozca / la que apenas voy / siendo, / unida / sólo / por donde te alcanzo / de niño / corazón / irrazonable. / A.S.

Alegría

Derramar / la alegría / que nos viene, / una pequeña / capa / de alegría / sobre el suelo / del mundo, / como agua... / A.S.

Las mujeres de tierra

Las mujeres de tierra, / cubiertas / por hombres de tierra, / alumbran / niños de tierra / que siembran / la tierra / de tierra / como humana, / crecida, / caliente y viva / de niños / y de historias. / A.S.

Seguir pariendo

Hay que seguir pariendo. A pesar de toda la muerte...

Hay que...

Hay que denunciar, sí. Pero, sobre todo, hay que crear, sembrar, amar... Hay que presente y que futuro y que humano y que nosotros. Siempre...

O...

O se aceptan las propias contradicciones o... se es contradictorio sin aceptación.

Mucho

Harta de perder tiempo y energía. Mucho.

Noche y tristeza

Hay noches / como ésta / en que me encuentro / a la tristeza / por la calle, / vestida con mi ropa, / mirándome / con ojos como míos, / andando / con mi paso / hacia mi casa. / A.S.

Para ser libre

La única forma de libertad reside en entregarse a ese estado del propio ser que es Dios y permitirle que tome las riendas. Convertirse en eso.

Luz oscura

La luz es oscura. Son los objetos los que se iluminan en su presencia.

Lejaim

A la vida!

Aves salvajes

Los pensamientos son como aves salvajes. Sin necesidad de bondd, coherencia, verdad o belleza. Sólo lo que son.

Mundo

Pero nunca me he sentido más del mundo. O, más precisamente, en el mundo.

Recinto de calma

Y, sin embargo, hay... sacralidad en la muerte. En el recinto de calma que impone a su alrededor.

A la vida...

Este amor por la vida, por el mundo, en toda su imperfección, ¿vendrá de un contacto tan cercano con la muerte?

De tomate

Mermelada casera de tomate.

Et in Arcadia ego...

A veces, acercándome a la gran mole blanca y acristalada del hospital, tengo la impresión de que toda esa pulcritud rutilante de edificio moderno y funcional, equipado de tecnología sanitaria de vanguardia, no es más que una cortina de humo detras de la que esconder lo que de ninguna manera queremos afrontar: El dolor, la enfermedad, la muerte. Nuestra fragilidad e impermanencia. La fragilidad e impermanencia de todo lo que amamos. El hospital como sucursal del inconsciente colectivo. La casa de la Sombra de una sociedad en plena negación de lo evidente: Et in Arcadia ego...

De los pueblos del sur

Me comentaba una amiga del inmenso complejo materno de los pueblos del sur(*) de Europa, que los frena para crecer y tomar su verdadero lugar en el conjunto. Y añadía yo del no menor sentimiento colectivo de inferioridad que les impide levantarse y desarrollar plenamente su potencial. (*Los llamados GIPSI: Grecia, Italia, Portugal, España e Irlanda, pese a la posición geográfica de este último).

Albedo

Desde el instinto...

¿Qué es lo que podemos?

No podemos... más de lo que podemos. El mundo está en el momento de proceso que está, y no puede saltarse pasos. Llegaremos hasta donde se puede, y no más lejos. El mundo tiene siglos, eones, por delante. Nosotros, no. Pero el ritmo del proceso es el suyo, no el nuestro. Por cierto, que todo lo anterior no nos exime de hacer lo que tenemos que hacer. Siempre con una conciencia realista de lo modesto, modestísimo, de nuestra influencia. Y también de lo imprescindible de cada intento. Uno más entre muchos. Nada más y nada menos.